ENCANTAPELOTAS

Por el respeto que profeso a este periodista argentino de tirantes cantinflescos y calvicie de intelectual vaciado, hago llegar a ustedes mis queridos lectores este artículo que refleja en tres párrafos a los encantadores y culebreros que dirigen equipos de fútbol (fracaso tras fracaso).

Maturana y Millonarios, un sólo corazón

Elio Rossi / Fox Sports en Español Publicado hace: 11 days ago

BUENOS AIRES, Argentina - El agente 007 de Su Majestad, acusado de misógino por el muy moderno Jason Bourne, tenía licencia para matar. Algunos entrenadores tienen licencia para mentir.
Es el caso del "Dinosaurio Futbolístico" Francisco "Pacho" Maturana, cuya "versología futbolera" sigue teniendo nocivos efectos sobre el fútbol colombiano.
Si hubiera justicia divina, Ciciliano no hubiera metido ese gol a 4 minutos del final, el que le abrió la puerta a los penales que a la postre lo clasificaron para la siguiente ronda. Bien sabemos que el fútbol no se vincula con la justicia divina. O sí. ¿Quién puede saberlo? Depende siempre de las creencias. Contra gustos no hay ni puede haber disputas, cantaba Serrat.
Es cierto que no debiéramos "caerle" al pobre Martín Lasarte que jugó todas las cartas posibles para dar vuelta un resultado. No lo haremos. No es ése el espíritu de estas líneas. Ni tampoco su esencia.
El tema de fondo es que el fútbol colombiano está metido de lleno en una indefinición respecto de lo que quiere, respecto de sus objetivos, respecto de cuál es su -usemos la temida palabra- identidad. Hablo del juego. ¿Atacamos? ¿Defendemos? ¿Qué hacemos?
¿Cuántos años han pasado desde el 93? ¿Cuánto tiempo, desde aquel batacazo colombiano en la cancha de River? Pues las terribles consecuencias siguen tronando. Cada vez que se repite lo que entrenadores como Maturana o el GOFA (Gran Oráculo del Fútbol Argentino), Menotti han sentenciado, ideas del tipo "los europeos jamás podrán igualarnos en la improvisación", cada vez, les decía que eso se dice, se suma un escalón en la dura cuesta arriba de la construcción de un equipo. En la construcción de un estilo, de una manera, de un modo de encarar las competencias.
Dicen una cosa. Hacen otra.
Son una apuesta a la esquizofrenia más virulenta. Lo que describen, jamás se ve. O se "vio" en un momento de la historia y fue suficiente para que se quedaran para siempre. Como verdades reveladas.
Son, reconozcámoslo, definitivamente queribles. Son cultos, son exquisitos en la expresión de sus ideas. Son seductores. Hablan desde el púlpito de los "lindos". Parecen griegos: "nosotros, los veraces", se autocalifican. Y son, finalmente, encantadores.
Tan así es, que César acaba de firmar un contrato con Los Tecos. Otra vez. Otra vez...
Estaremos atentos.
Dialéctica pura. Fútbol puro. Con el peor San Pablo en la mira del último campeón de la Copa Lib, "el" Boca sin Riquelme definitivamente según parece.
Y la Nissan va..